Encuentro

Acto que tiene lugar en cada raya en la procesión el día de La Bajada y La Subida, cuando un pueblo entrega y otro recibe la custodia de la Virgen.
El grupo de bailarines y tocadores del pueblo que porta la Imagen están tocando un toque cuando se acerca el final de su raya, al que deben ajustarse los tocadores del pueblo que recoge. El primero se abre para que puedan bailar entre ellos el que recibe, teniendo en cuenta que este último debe “coger el toque”. Una vez allí, con los guíos entrantes frente a la Virgen, el grupo que llega con ella hace un alto en la música y, al grito de “Viva la Virgen Viva” se reinicia la música por los tocadores del grupo que recoge y se reemprende el camino.
Si no es así, tal y como explica M.A. Rodríguez en su libro sobre Folclore de El Hierro, la música del pueblo que recibe puede detenerse unos instantes para coger el toque. En ocasiones, se ha tenido que parar la música y hacer la entrega en silencio.
Los “piques” sanos en las rayas han formado parte de la tradición en demostración de la fe y devoción por la patrona, el retrasar el momento de la entrega como acto de fe. Son famosos los encuentros en la Mareta entre El Pinar e Isora con el toque del Tajaraste de por medio, utilizado para provocar ese “desencuentro” en el momento de la entrega.