“La Virgen vino en barco. Se la cambiaron los pastores por queso, leche y lana. La pusieron en la Cueva del Caracol. La Virgen se diba de noche a un llanito y los curas predicaban que no quería estar en la cueva. Luego los pastores la pusieron en la cueva, y así varias veces. Al final ganaron los curas.”
Juan Cejas *

La llegada de la Virgen a El Hierro está envuelta en el misterio y la leyenda, no conservándose documentación al respecto del cómo o el por qué llego hasta la isla, por lo que las únicas fuentes que relatan la llegada son orales que han pasando de generación en generación.
Estas fuentes sitúan la llegada el 6 de enero de 1546 en un barco que viajaba hacia tierras americanas, y que arrastrado por una tormenta llegó a las costas de La Dehesa. Allí contactaron los tripulantes con los habitantes de la zona que intercambiaron la imagen por víveres. Este relato oral, recogido por algunos historiadores, también recoge como la tripulación trata de marchar de la isla llevándose la imagen, y como el barco no navega, “la Virgen quiere quedarse en El Hierro”, atribuyen algunas fuentes.
Son los pastores los que sitúan en primera estancia la imagen en la zona del Caracol, en la hoy conocida como Cueva de la Virgen, y la bautizan como de Los Reyes en referencia a la festividad en que se produce su llegada, pasando a ser a su vez patrona de La Dehesa y de los ganados, dedicándole a su vez la festividad del 25 de abril “Fiesta de los Pastores”. Serán también los pastores los que buscan los recursos necesarios, por lo general donaciones, remate de ganado guanil y mano de obra, los que construyen la Ermita, en la que se celebra misa por primera vez el 25 de abril de 1577.

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La imagen de la Virgen de los Reyes ha sufrido numerosas variaciones con respecto a la que llegó en el siglo XVI a El Hierro, que con toda probabilidad no era una imagen de vestir, ni se corresponde con los cánones empleados en el Renacimiento para este tipo de representaciones, “bien pudiera haber ocurrido que su primitiva talla fuese cambiada o, por lo menos, transformada en la actual de vestir”. (Dacio Darias)
Algunas de las intervenciones realizadas en la imagen, sobre todo las más recientes, han quedado documentadas. El escultor Juan Bautista Padrón de la Guardia en 1869 la barnizó, en 1885 la retocó y en 1896 le añadió orejas, rebajó la frente mediante dos mechones de pelo.
Nicolás Perdigón Oramas realizó en 1897 una de las más polémicas intervenciones, la cual llegó al punto de que los cambios realizados llevaron a pensar a los herreños que la imagen había sido cambiada por otra. Perdigón Oramas debió de especificar ante una comisión trasladada a La Orotava cuales fueron dichos cambios: incorporación de un maniquí, nuevos brazos respetando las manos, abrió un poco al boca y reforzó los párpados, eliminó los mechones añadidos por Juan Bautista, aunque añadió cabello en la frente, sobre las orejas y abultándolo en la nuca, además de cambiarle el color que pasó de negro a castaño. Perdigón de Oramas tuvo que rectificar su intervención para darle a la imagen un parecido más cercano al que tenía previamente.
Durante el siglo XX se realizan numerosas intervenciones, sobre todo en fechas relacionadas con La Bajada, así se tiene constancia de los trabajos realizados por Francisco Ramos, Rafael Padrón y Ezequiel León.
La imagen del Niño Jesús también ha sufrido variaciones, así el realizado por Juan Bautista Padrón de la Guardia (1885) difiere del actual.

* El Folklore en la isla de El Hierro, Manuel J. Lorenzo Perera

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