Bastón de Mando para la Alcaldesa Mayor y manto verde bordado en oro, así fue recibida en Las Casas por los piñeros la Patrona, con dos objetos cargados de simbolismo para este pueblo.

La visita a El Pinar había empezado unas horas antes en La Gorona con la entrega de San Andrés en una raya siempre esperada y abarrotada, allí San Antón reverenció a la Patrona para comenzar la bajada por el monte que da nombre a esta zona de El Hierro.

Reciben los piñeros la imagen con su propia raya, es turno para que el futuro recoja a la Madre Amada al son de su toque y con su baile, y por eso exigen un “ábranse”, para ellos entrar y hacer venia antes de la primera parada. Aquí una bienvenida especial, por primera vez se le hizo entrega del Bastón de Mando, y en esta ocasión recibió la Alcaldesa un nuevo manto con el simbólico verde y el bordado de oro.

La Fiesta de El Pinar aprovecha la llegada para que la visita se alargue, no hay prisa, la entrega será al día siguiente, y la Patrona tiene tiempo para visitar Las Casas y ser agasajada en Las Paredejas antes de caminar hasta la iglesia de Taibique.

El recorrido procesional del día siguiente apenas ofrece el tiempo justo para subir hasta El Gusano, donde esperaban los mayores piñeros a la sombra de un gran gorro de bailarín, agasajo a la Patrona y parada en El Badén, donde se encontraron las dos tradiciones más señaladas para este pueblo: la visita de la Virgen y La Cruz.

La parada de La Goronita marca el fin, el tiempo apremia y hay que llegar a la iglesia para que la Patrona sea trasladada al corso, breve descanso para el almuerzo y emprender camino a La Gorona donde espera Isora.

Ahora es San Antón quien se despide y da la vez a San José, giro a los cuatro puntos cardinales en señal de despedida y la Patrona emprende el camino hacia Tajace, es el momento de Isora.