La vuelta de la Madre Amada a su ermita marca el final de La Bajada, el cumplimiento de El Voto y el inicio de una nueva espera. Apenas finaliza una edición, los herreños ya piensan en la siguiente.
El regreso a La Dehesa se produce por el Camino de La Virgen, con las mismas rayas y descansos que el Día de La Bajada, aunque acortando en algunos puntos, como el tránsito por Malpaso, ya que el último tramo, la bajada de El Cres, ha de hacerse con la luz del día.